sábado, 11 de septiembre de 2010

Reflejos perdidos

Quise decirte tantas cosas. Y no me anime. La garganta se me hizo un nudo, un mar de ataduras que no permitía una sola tímida palabra.
Tal vez era por que no esperaba encontrarte en ese sucio mes del frío que es julio, ni mucho menos en esa mañana del viernes que casualmente, o no, sonaba ese maldito tema nuestro. ¿Te habrás olvidado que nos pertenecía? No lo se.
Estabas igual a como te deje o como nos dejamos, con la barba que ni asomaba y esa penetrante mirada que tanto me había enamorado rodeando tu clásica forma de vestirte.
¿Te puedo confesar algo?; total dudo que leas estas líneas, siempre me gustó esa sonrisa que acompañaba tu rostro. Cuando aparecía me daba una sensación de libertad y de que todo sería eterno.
Eterno…linda palabra, lástima que no estaba en nuestro diccionario. No importa, ya paso. Mejor dejo eso aquí, en el subte, con tu rostro y mi intento por no levantar la cara para que me descubras ¿me habrás visto? Perdón pero no tengo la respuesta: sólo deje que bajaras en Avenida de mayo (se ve que sigues trabajando con el viejo en la contaduría) y que yo me retire o mejor dicho que el subte se mueva. Si él se desplazo en cambio mi cuerpo y mi alma seguían allí, recordando, pensando que hubiese pasado si entraba en el diccionario compartido esa palabra que nombre antes.
Yo también me fui en la otra estación hacía el trabajo. Llegue y todos me preguntaron que me sucedía, por que tenía esa cara. Carola se creía que me había bajado la presión. Pero yo lo aclare enseguida: nada ocurrió. Sólo que vislumbre los reflejos que perdí, que ya no están, que se esfumaron, y que se-por más que aparezcan similares- nunca serán igual.
Y así intente empezar a trabajar, aunque agatas puede realizar algo, creo que nunca me costó tanto. Puede ser el día de nuestro fin, aunque no fue lo mismo, por que estaba segura de que volverías y me dirías “pongamos todas las palabras que nos faltan en el diccionario y salgamos de esta sucia ciudad”. Pero no salimos. Estamos aquí, aunque parezca que vivimos cada uno en ciudades diferentes.
Escrito, por Bet.

No hay comentarios: