miércoles, 30 de diciembre de 2009

Andate ya

Andate y no vuelvas, no te necesito, no te quiero. Esta vez sentí que fue larga tu estadía o al contrario me pareció un suspiro. No se si fuiste bueno, pero menos si resultaste brillante.

Te odie a la misma forma en que te ame. Me sentí vacía, me dejaste sin llena de nada. Aunque si lo pienso mejor, antes lo habías hecho más cruelmente.

Salí y no regreses: no quiero verte (¿lo comprendes?), quiero estar sola o en compañía de ese sucio amigo tuyo. Ojalá no suceda que termine teniendo similitud con vos.

Mi mente solo medita que seguro voy a llorar cuando te despida. Si, la nada llora (aunque no lo creas). Llora por lo que no fue y no será, por estar siempre igual, sin cambios, sin rumbos, sumergida en una ruta en donde hay dos caminos y no sabe cual elegir.

Tal vez el sucio (tu amigo) me ayuda a que no llore tanto, a que no piense tanto en ciertas cosas

( si a eso que viene con vos siempre los llamo así) y a que viva mal o bien, pero viva.

Vos ni si quiera intentaste eso: ¡no lo lograste idiota! ¿Te duele esa palabra? Ni me interesa. Vos me la repetiste todo el tiempo, todas las horas, los minutos y segundos hasta llegar a obtener momentos insuperables de fastidio.

Chau. Por nada del mundo vuelvas. Y si retomas nuevamente el camino del regreso, no me busques por que seguro que no estoy. Saludos no cordiales desde algún lugar.

martes, 15 de diciembre de 2009

Super.... Supercheria!

En el otro blog(http://www.elvirusdelmiedollego.blogspot.com/ ) los recomendé, aquí un vídeo y su página y demás para obtener su música si les gusta: http://supercheriarock.com.ar/

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Muerta en vida?

Por Arenales esta el viejo encorvado, si aquel que tiene las manos mustias y el cuerpo agobiado, fatigado, cansado de tanto esperar a la vida. ¿Pero entonces que ocurrió todos estos años? ¿Absolutamente nada? No lo se. Nunca obtuve esas respuestas ¿será por que tampoco se lo que aconteció en la mía? Puede ser, quién sabe…
Muchas veces no es precisamente a la vida lo que se espera, si no a la sucia o brillante muerte; ¿pero si estamos muertos en vida?
Tal vez para el viejo Demetris esa era la cuestión ¿y si para mí también era lo mismo?
Hoy me sentía observada por una muchedumbre que no conocía. Vivo aquí hace exactamente seis años y se absolutamente todo de este inmundo barrio: las habladurías de la gorda de la esquina, las peleas de don Rogelio por que le salio más cara la verdura que le vendió Oscar comparada con la de ayer, las penas eternas de Norma, los fantasmas del solitario y reservado Ezequiel, y las oscuridades del viejo encorvado que sólo sabe arreglar relojes. Si lo se absolutamente todo, a diferencia del resto que- creo- saben unas minucias de mí. Mamá siempre me decía: “no hables con extraños”, bueno para mí lo son. Como dije vivo hace seis años en este sitió y no se más que las tonteras contadas hace apenas unas líneas atrás.
Igual hoy era distinto. Había en el ambiente algo extraño: ¿Cómo podía ser que la gorda de la esquina no me reciba y me cuente algún chisme? o ¿Cómo resultaba que esta vez Norma llorara más fuerte que otras veces pero que ni si quiera se atreva a contarme la causa de su llanto? ¿Habrá percibido que detesto cuando me habla? Muchas preguntas y ninguna respuesta. Yo en tiempo seguía caminando sin darle demasiada importancia a todo lo que acontecía a mí alrededor. Aunque todo me generará como un cambio: sentía estar en otro lugar y no en el mismo que hace seis años, ¿estaré enloqueciendo? Puede ser…la gorda de la esquina ayer me dijo que yo terminaría entrando en la locura como mi padre….
Era como explicarlo…. Había otra gente. Un viejo canoso perseguía a Norma. No lo conozco; ¿quién era? y ¿Por qué ella no le hablaba y ni lo registraba? ¿Por que ahora me miraba a mí con esa mirada penetrante e intimista? Sentía que quería atacarme…aunque todo cambio cuando traspaso por sobre mi derecha: era él único de los allí presente que me atinó un amablemente saludo junto con una sonrisa en su rostro y pronunciando con leve voz: “que felicidad ya no estoy solo aquí” ¿Por qué resultaba esto? Aún no lo se. Como fui carcomida por mis dudas y mis miedos; comencé a acelerar mi marcha. No veía hora de llegar a tomar al subte y así radicar todos mis temores de un viernes temprano. Tal vez una vez allí todo volvería a la normalidad ¿hay algo anormal?
Intente bajar la escalera para tomar el metro pero algo me lo impedía. Demetris me llamaba desde su local de relojes:
Demetris- Acércate aquí.
Yo- ¿Le sucede algo?
Demetris- Si, quiero que me cuentes como es todo por allí. ¿Es igual que acá?
Yo (atónita y confundida)- ¿De que me habla? No lo entiendo….
Demetris- ¡Vamos! Hace mucho que quiero saber como es…a mi edad ya pronto me va a tocar… ¿te encontraste con ese viejo canoso?
Yo (asustada)- Si lo registre hace unos minutos atrás ¿quién es?
Demetris- Ahora te digo. Espera que esta entrando gente y no quiero que me vean hablando sólo.
Yo- ¿Cómo hablando sólo? ¡No lo entiendo! Me tengo que ir a trabajar.
Demetris- Anda… aunque dudo de que puedas realizarlo….
Y así salí….con apuros, con temores, miedos y un inmenso dolor que atravesaba mi alma. Todo era tan extraño. Nada era real. Y ¿si no lo era de verdad?
¿Estaré muerta en vida?