viernes, 30 de octubre de 2009

Plan B: Historia de un Asesinato.(Julia, JL, Ernesto)

Es raro y difícil de explicar por que seguía con los dos, por que amaba los dos. ¿Los amaba? No se.
Ernesto al tiempo-a los meses- voló nuevamente hacía Inglaterra. Yo me quede aquí con JL sin animarme a soltar mis alas con él. No era cuestión de abominable cobardía, yo aún moría por los ojos de JL, el era todo para mí.
Al año siguiente fuimos nosotros los que nos aparecimos en Inglaterra. No era sólo por ver a Ernesto, aunque de algún modo igual lo sería también. Se trataba de un gran premio que recibiría JL por un escrito que había generado revolución en el mundillo de las letras. Para ese habitáculo era una pieza nefasta de superar y los críticos sólo presentaban halagos a lo realizado por ese gran hombre-¿mi? Hombre.
Al llegar fuimos recibidos por él quién falsamente felicito a su “amigo”. Yo lo sabía; aborrecía su presencia y más aún sus letras. Detestaba profundamente que fuese tan perfecto aquel ejemplar y que encima le gustase.
En territorio inglés volvimos a fundir nuestros cuerpos, tal como lo hacíamos en Buenos Aires. Era una gran verdad que me gustaba. Si Ernesto, me generaba cosas que hacía tiempo no sentía con Jorge Luis, paradójico cuando el me propuso escaparme yo no acepte, no quise hacerlo. Temía o creía amar JL, aunque ahora que lo medito mejor, no se si es amor lo que sentía (siento) por él, son tantos años juntos haciendo la misma rutina una y otra vez, viviendo los mismos actos, resistiendo sus luces y oscuridades. ¿Tal vez el tiempo transformo el amor en amistad? Puede ser. El tener un contacto físico no significa tener amor. Tarde me di cuenta que lo físico puede llegar al punto de amor, tarde, demasiado.
Era una tarde nublada de aquí- casi siempre Inglaterra padece de nefastos días grises- cuando decidí tomar cartas en el asunto y tomar la decisión más difícil de mi vida: dejar JL.
Quedarme aquí para siempre, eternamente, sin pensar un segundo en todo lo que puede llegar a suceder.
Me pedí mi té. Estaba nerviosa, inquietante. No se por que le tenía miedo a Jorge Luis. Es que era tan duro cuando se enojaba…. Aunque yo jamás padecí su enojó su gran amigo Adolfo me decía que yo era su calma, su paz: el mundo podía derrumbarse, caerse en mil pedazos, pero para él yo era su paz.
Tal vez por eso, era mi profundo dolor. ¿Cómo se le dice a alguien que ya no se lo ama más? ¿Cómo?
JL- Estas nerviosa. Cuando mueves muchos las manos es que lo estas….
Julia- Puede ser. Un poco, tal vez. Te traje aquí para hablar. Para que hablemos. ¿No te parece que tenemos que hablar?
JL- ¿hablar? ¿De que? ¿De tus engaños?, ¿Tus mentiras? O mejor, no hablemos de tu amado lunar izquierdo….
Julia- No te violentes. Te hace mal. No es todo así.
JL-No me violento. ¿Qué creías que no lo sabía? Lo se desde la primera vez. Pero resiste por que te quería. Te quiero, en realidad.
Julia- Tranquilízate. No quiero que cometas locuras.
JL- No, si crees que voy a matar a tu lunar izquierdo no lo hare. (lo medite muchas veces, pero luego me di cuenta que esa no era la solución: por que vos lo seguirías amando). Aparte tuve la tonta ilusión de que tu amor hacía mi era real cuando decidiste no viajar con él.
Julia- Pero yo a vos te quiero.
JL- Querer no es lo mismo que amar……Me quiero ir de acá. Aunque llueva, quiero caminar. Así te conocí y así me quiero despedir y dejarte libre, si en libertad. De nada sirve amar sin ser amado.
Julia- Caminemos entonces.
Ya en el camino, luego de grandes momentos de silencios y vacíos profundos, comenzamos nuevamente hablar, aunque yo me encontraba algo taciturna. Quizás tal vez por lo extrañoque resultaría caminar junto a él las calles de Bath en una forma casi de despedida, no se bien como llamarlo.
Luego fuimos al hotel él se dirigió a la habitación, y yo me quede sola abajo apreciando la vista maravillosa que tenía en el gran ventanal. Al tiempo de estar allí el conserje me comunica que tenía un llamado, cuando lo atiendo la voz era de Ernesto que me preguntaba como había salido todo y como lo había tomado JL le dije que lo sabía para mi sorpresa y que supo entenderme y dejarme en libertad, su voz sonaba contento, a lo que me contesto que de igual manera existía el plan B por si no se llegaba a solucionar….
Julia- ¿Perdón que es eso de Plan B?
Ernesto- Nada importante. El título de mi próximo libro. Plan B: Historia de un asesinato.
Julia- ¿Qué? ¿Lo pensabas matar? Espera un segundo, no entiendo por que aquí todos gritan.
Conserje- Man was killed in the Suite 202.
Fue en ese momento que el teléfono se derrumbo, del otro lado sólo se escuchaban risas. Yo me encontraba atónita, confundida, sin poder entender absolutamente nada. Me dirigí a la habitación y allí lo vislumbre tirado en la cama ensangrentado con una bala en su pecho. Todo era tan extraño. Al día siguiente llego Adolfo, sorprendido se consumió en el dolor, el mismo que sentía yo. Pero a diferencia, mi llanto y tormento tenían una alquimia de culpa, sentía que era yo la responsable de su suicidio. Ernesto también estaba allí, pero casi de forma autómata ¿sería por el impacto de semejante noticia? ¿Se sentiría culpable él también? La verdad que no lo se. No quise quedarme allí.
A las semanas volví a Buenos Aires. Me instale nuevamente en mi casa recordando sus fotos, sus olores y releyendo sus perfectos libros.
Y así fue que paso casi un año de su muerte, poco supe de Ernesto algo perdido por algún rincón. Hasta que me llego una carta él contándome lo maravillado que estaba con su nuevo libro y lo fantástico que le estaba yendo en Europa, en su carta decía que me esperaba y que me mandaba un ejemplar de aquel libro, que para la crítica era inalcanzable, su título era Plan B: Historia de un Asesinato.
Al leerlo lloré, grite, sentía una gran impotencia en mi alma. Pero igual de todas formas intente contestar su carta respondiendo: “Hermoso libro, hasta el final no sabes quién lo mato o si se suicido” muy bien por vos, aunque todavía te falta llegar un largo trecho para escribir tan perfecto a como lo hacía JL”.

1 comentario:

LUCIERNAGAS DE CIUDAD dijo...

Hola! Gracias pro tu comentario en mi blog! Por supuesto que yo tb seguiré los tuyos, muy intenso este último escrito.

Saludos desde Barna