martes, 22 de julio de 2008

Martina y Ezequiel; El encuentro:¡ Nunca es Tarde!

Martina y Ezequiel salen de la habitación como extraños, se sientes extraños, confusos, con intención de saber más. No es casual, la actitud de Don Martín demostraba que algo escondía, y quién sabe de que se trataba. Sólo él y su soledad, lo sabrían.
Martina- ¿Estas bien?, Siento como que un terrible silencio te atrapó
Ezequiel- Si, estoy bien. En realidad, me llamo la atención el té derramado por tu abuelo al nombrar a mi abuela Sofía. ¿No te llamo la atención esa actitud?
Martina (Su cara intenta, falsamente, disimular la sorpresa que le generó el abuelo Martín)
- Claro, hay algo que no entiendo. Siento como que una parte de la historia no me contó.
Ezequiel- Si, algo esconde.
Martina- ¿Y que será?
Ezequiel- Quién sabe que es. Todos escondemos algo….
Martina (Con sonrisa pícara en su cara)- ¡Hay Ezequiel ¿ que esconderás vos?
Ezequiel (Evadiendo una respuesta, cambia de tema)- ¿Nos vemos mañana viernes?
Martina- ¡Si! , ¿Saldrá tu abuela del altillo?
Ezequiel- Los viernes son los días de paseo con su nieto predilecto….
Martina- Si, predilecto y misterioso. Nos vemos mañana a la hora del té: ¿Te parece?
Ezequiel - Ya habrá tiempo para saber de mis misterios. ¡Mañana estaremos aquí!
El viernes llego, Ezequiel esta sentado en el sillón esperando a la abuela Sofía que esta por bajar. No sabe por que, pero le invaden los nervios.
Sofía- Martín, estoy lista. ¿Vos estas?
Ezequiel- Como siempre abuela. ¡Vamos! que nos están esperando.....
Sofía- ¿Nos están esperando? ¿Quiénes Ezequiel? ¡No quiero ver a nadie!
Ezequiel- ¿No te interesaría conocer a la persona que hace feliz a tu nieto del alma?
Sofía- ¿Martina?
Ezequiel- Si a ella (con cara suplicio), por favor….
Sofía- Sólo por vos, lo hago.
Inician su caminata por las calles del misterioso San Isidro. Ezequiel invadido por la curiosidad comienza a preguntarle sobre el pasado a su abuela.
Ezequiel- Abuela, ¿te puedo preguntar algo?, ¿como conociste al abuelo Marcos?, ¿mientras estudiabas medicina? ¿Fue amor a primera vista? ¿Lo querías?
Sofía (Abrumada por tantas preguntas de su nieto, y con rostro de tristeza)- ¿Por que tantas preguntas niño?, ¿Estas curioso hoy? (su rostro se vuelve rígido: señal de un posible enojo), mira hay cosas, que uno gurda para su interior. Y no se preguntan…
Ezequiel- Pero entonces, ¿Amabas al abuelo Marcos?
Sofía (ahora si enojada y furiosa). ¡Ezequiel! ¡Que barbaridad decís!, si lo quería mucho, y eso vos lo sabes muy bien
Ezequiel (Interesado por saber), querer es muy diferente a amar. Yo te pregunte si lo amabas, y no me respondiste.
Sofía (Sin saber que decir)- ¡Basta! o regresamos a casa.
Ezequiel- Esta bien, no pienso preguntar más. Y fue ahí, en ese preciso momento, donde Ezequiel se dio cuenta: su abuela no amaba a Marcos. Pero prefirió callar y no hablar aun más del asunto.
Ezequiel- Llegamos. Aquí vive Martina.
El cielo, que se encontraba azulino comenzó a ocuparse de nubes, el viento que era una suave brisa, se torno bravo, furioso. Todo resultaba tan inexplicable.
Martina no los hizo esperar. Ya adentro, no había escapatoria: Sofía y Martín se volverían a ver.
Martina- Es un gusto poder conocerla Sofía.
Sofía-El gusto es mío, niña. Ezequiel me hablo muy bien de ti.
Sofía toma un té, traído por Rosaura. Tras la venta se oye como suena el insistente viento y la lluvia. La tormenta no se hace esperar:se desata en ese instante, el mismo en que Don Martín baja de su habitación.
Martina- Sofía, aquí le presento: Él es mi abuelo Martín.
Temblor, miedo, rostros llenos de tristeza, huracanes de emociones. Nada se detiene: Sofía y Martín volvían estar frente a frente como la primera vez,aquella noche.
Ezequiel- Abuela, ¿te encuentras bien?
Sofía ( Sin escuchar, siente que su vida pasa en un minuto, no puede creer tener frente a sus ojos al hombre que amó toda su vida en secreto sin que nadie sospechase , sus recuerdos aparecían nuevamente)- Si, estoy bien. Hola Martín.
Martín (Invadido por el dolor, el tiempo pasado y no vivido, la mujer que dejo escapar por tonterías de joven.)- ¿Como le va Sofía?
Sofía (Con un estremecedor nudo en su garganta)- Puede tutearme Martín. No sea tímido.
Tímido: palabra que jamás se debió pronunciar. Martín recordó (“soy tímido en las cuestiones del amor”).
Eran dos extraños, como la primera vez, frente a frente. Parecían torciéndole el cuello del destino. El mismo que no les dejo que se expandieran sus sentimientos, si no por el contrario, se ocultaran en algún infinito recoveco del corazón de ambos.
Martín (Con el nerviosismo de la primera y última vez que la vio, intento poder dialogar decir, al menos, alguna palabra)- Sabe, tiene usted un nieto muy querido por mi. Se vislumbra lo feliz que hace a mi nieta Martina
Sofía (Con la voz entrecortada, como aquellas veces anteriores) – Primero le dije que puede tutearme, segundo: si mi nieto es muy espacial, salió a su abuela. Y además, es muy notorio el amor que se tiene ambos. ¿Su nieta salió a usted?
Martín (Con la sonrisa picará, con mezcla de alegría y tristeza)- Primero: No le conté soy tímido, tal vez por eso, me cuesta tutearla, y pues claro mi nieta es igualita a mí(y se fundan en una admirable risa)
Ezequiel- Abuela háblale a Don Martín de tu época de Doctora. ¿Por qué sabe Don Martín mi abuela es Pediatra?
Martín- Si, lo sabía
Martina (Con rostro de sorpresa)- ¿Lo Sabías?
Martín (Sin saber que decir)- Si, si lo dijo cuando llego ¿No lo escuchaste? ¡Hay esta juventud! ¡Es el amor! ¡Lo que daría por tener la edad de ustedes!
Sofía- Si niña lo comente al llegar: ¡hay el amor!, y Martín ¿que haría si tiene la edad de ellos?
Martín (Como si contestase una pregunta que tendría que haber existido mucho tiempo antes)- No dejaría nunca escapar al amor por cobardía. ¡Nunca! Y ¿usted?
Sofía- ¿Yo? , ¡Tampoco dejaría escapar al amor!, a veces creo que fui tonta en esas cuestiones. Pero, ahora creo que puedo remediarlo, ¿o ya es tarde?
Martín- ¡Nunca es tarde!

3 comentarios:

lahijadelsilencio dijo...

Martin Tiene Razon NUNCA ES TARDE...
:)

Decimelo a mi jajajajjaja

andcaif1 dijo...

En Sand Isidro.....¿has amado en esas calles o solo has querido? Tal vez algún día conozca esas calles y espero poder amar por la oscuridad y misterio de su vecindario.

(me gusta tu escrito, me hace recordar mucho a Alejandra)

lahijadelsilencio dijo...

Ay..nunca es tarde , es verdad, pero a veces la espera se hace interminable