domingo, 13 de julio de 2008

Martina y Ezequiel; El Caseron: los Misterios

Noche oscura, ambos caminan taciturnos por las calles de San Isidro, el nerviosismo se vislumbra en sus rostros.
Luego de tan largo camino llegan: una casona inmensamente misteriosa esta frente a sus ojos.
Martina: Ven; vamos a entrar…
Ezequiel- Nunca me dijiste la inmensidad de esta casa….
Entran, el silencio, el misterio, la oscuridad, también estaban presentes en esa casona.
Ezequiel: ¿Aquí duermes tú? ¿Esta es tu habitación?
Martina (con vos fuerte, ceño fruncido, rostro de enojo) NO, ahí no puedes pasar.
Ezequiel- Perdón, no te enojes, soy curioso. ¿Hay alguien ahí?
Martina (nuevamente con su ceño fruncido): Ya basta de tantas preguntas. Ven te mostraré mi cuarto.... es aquel…
Y allí se encuentran, en la habitación de Martina donde suele asomarse a veces la niña de la infancia de cara triste y solitaria. Lugar, con ventanales grandes, que permiten observar el inmenso Jardín.
Martina: ¿Que estas mirando?
Ezequiel- El parque……
Se escucha un ruido….
Ezequiel- Alguien acaba de entrar me parece….
Martina (Con sudor en su frente): Puede ser….
Ezequiel (casi en estado de desesperación). ¿Solo dices puede ser? ¿Si es un ladrón? ¿No te importa?
Martina- Seguramente es Rosaura….
Ezequiel- ¿Rosaura es tu mamá?
Martina (Cansada, con mezcla de fastidio por tantas preguntas): No
En eso aparece la voz de alguien, que grita de lejos:
Rosaura: Niña Martina ¿se encuentra allí?
Martina- Si Rosaura, lo estoy….
Ezequiel (Con ganas de saber): La habitación que no se puede entrar, tu silencio, tus nervios, Rosaura, y tu abuelo: ¿donde está él? ¿Me puedes explicar Martina que esta pasando aquí?
Martina (De forma violenta ya): Yo no te suplique que vengas, es más te advertí que no quería venir aquí. Si estamos, es por tu insistencia. Así que basta de preguntas.
Ezequiel (Con enojo y a la vez resignación): Esta bien. Me voy entonces….
Martina (Con el llanto que explota): Quédate. Te necesito cerca mió.
Ezequiel- Si es lo que quieres….
Ambos se sientan en la alfombra mirando el parque tras los ventanales.
Martina- Rosaura cuida del Abuelo Martín, y de mi padre Astor.
Ezequiel (Sorprendido) ¿De tu padre? ¿Cómo? ¿Él esta enfermo también?
Martina (Con rostro vergonzoso, y palabras entrecortadas). Mi padre esta muy enfermo, hace mucho tiempo.
Ezequiel- Pero hay algo que no entiendo, a todo esto ¿Dónde esta tu madre? ¿Como se llama?
Martina (Con un llanto interminable): Mi madre se llamaba María
Ezequiel (Con vos de no saber que decir): Ella no está, perdón
Martina: Ella falleció cuando yo apenas tenía dos años. Perdóname vos a mí, pero no me gusta hablar de estos temas.
Ezequiel: Juro no preguntar más: ¡soy un idiota!
Martina- No, no lo digas. No tenías por que saberlo. Y mi padre esta ahí en su cuarto encerrado.
Ezequiel: No hace falta que me cuentes, si te hace mal hablar de estos temas.
Martina (Casi sin escucharlo, prosigue)- Enloqueció con la muerte de mamá.
Martina se levanta como si nada hubiese sucedido. Vamos a ver si el abuelo Martín se encuentra despierto.
Caminan, suben las escaleras, y llegan a una habitación donde existe un paraíso de biblioteca repleta de libros. Apenas una pequeña luz, un hombre se encuentra de espaldas sentado en una silla con un taza de te sobre sus delicadas manos.
Martín- ¿Martina estas aquí?
Martina- Si abuelo, estoy con Ezequiel.
Martina- Buenas noticias hija mía por fin lo voy a conocer….
Ezequiel (Con vos entrecortada)- Hola Señor Martín.
Martín se da vuelta lo ve.
Martín- Niño no hace falta tanta cordialidad, cambia el Señor por Don.
Ezequiel- Bueno, hola Don Martín. ¿Ahí esta bien?
Martín- Claro que si. Lindo chico Martina, lindos ojos. Ella se sonroja.
Martina- Abuelo…. (Sigue con su rostro sonrojado).
Ezequiel- Por lo que se ve le gusta leer, hay variado aquí: Borges, Cortazar, Cervantes, Sábato, y el Capital de Marx......
Martina- Por que no te conté mi abuelo era contador, ves aquí hay sólo libros de contabilidad. Abuelo en que piensas, estas callado.
Martín- En nada niña, recordaba cuando yo tenía la edad de ustedes….
Martina- Y conociste a la abuela Ana
Martín- (sin ser demasiado expresivo). Si. Y tú niño ¿tienes abuelos?
Ezequiel- Si mi Abuela Sofía, que era médica que vive y mi abuelo Marcos que falleció hace unos años….
En ese instante, la cara de Martín se transformo, el te se derramo.
Martina- Abuelo ¿estas bien? ¿Te pasa algo?
Martín- Tranquila niña ve, quiero descansar….
Martina- Bueno, pero prométeme que algún día conocerás a la abuela de Ezequiel.
Martín (Con sudor en su frente y nerviosismo)- Te lo prometo…….
Continuará……….

3 comentarios:

lahijadelsilencio dijo...

ayy ayyy ayyyy... sigo esperando la continuación

Besos Tinis..hablamos pronto dale???

andcaif1 dijo...

Recordé instantaneamente cuando Martín conoció la casa de Alejandra Vidal.....Un gusto de volver a ver tus escritos, siempre tan amenos, tan calidos y a la vez tan misteriosos.

andcaif1 dijo...

Desde que heroes se cruzó por mi ojos Alejandra Vidal no ha salido de mi vida....y puedo confesarte algo, aún espero encontrar a esa Alejandra que necesito en mi vida.