lunes, 13 de junio de 2011

13-05-11

Que fiesta existirá allá arriba entre Jorge Luis, Don Ernesto, Julio, Adolfo, José y tantos otros.....
Feliz día del escritor para aquellos que se animan a darle a la pluma. En mi caso, todo es pura vergüenza. Pido perdón por escribir.
Nos leemos a la noche con nuevo escrito.
Mal escrito por Bet

sábado, 30 de abril de 2011

Buen Viaje Maestro


Cuanto tenía catorce años, la profesora de literatura nos da para que leyéremos un pequeño libro, de un escritor llamado Sabato Ernesto.
Una vez llegada a casa, luego de recordar la lectura que debíamos realizar, pregunte si en nuestro hogar se encontraba “El túnel” aquel libro de no demasiadas páginas.
Así fue que me encontré con Juan Pablo Castel que era quién había matado a María Iribarne. Llegue a ellos y a ese mundo que mezclaba lo oscuro, las luces y sombras de los seres humanos.
Ese libro, no fue un libro más. Ahí me di cuenta, lo lindo que era la literatura para mí.
Paso el tiempo-no demasiado- y volqué en otros escrito de “Don Ernesto” hasta caer en “Sobre héroes y tumbas.” Nunca olvidaré a Martín ni Alejandra Vidal Olmos.
Tampoco desaparecerá de mi mente esta pregunta "¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato?”(“Informe sobre ciegos)
Luego, fue así que llegue a Abaddon el exterminador y más lecturas.
Las horas se fueron consumiendo lentamente y entre un rato de locura decidí armar un blog, el cual llevaría los nombres de dos libros escritos por él.
Nunca supe por que lo hice. Yo no escribo de gran manera-todo lo contrario- pero algo me impulsaba a realizarlo, sin saber por que. Me acuerdo, que mi primer escrito tenía un tinte a Martín y Alejandra. Sentía que tenía esas gotas que el refleja; la oscuridad de la persona, lo que no se conoce, la soledad.
Hoy me levante y me entere que aquel hombre que es el dueño de este espacio ya no estaba, que no había llegado hasta el 24 de junio para cumplir sus cien años.
Me generó una profunda tristeza. Uno sabía que esto podía llegar a suceder, pero siempre es duro caer en la realidad. Aún más cuando últimamente discutía por que en la famosa Feria del Libro, se preocupaban tanto por un escritor extranjero, olvidando a la gran pluma (más otras cosas) que teníamos en nuestro propio país.
Yo simplemente desde este humilde espacio, le digo gracias “Don Ernesto”, por usted comencé a leer. Siempre será el primero que recomendaré y, por sobre todo, seguirá siendo mi escritor favorito.
Le pido si disculpas por no escribir como corresponda y por no animarme nunca a entregarle una carta para que usted-como lo solía hacer- me la responda.
Para el resto de los anónimos que leen este habitáculo sientan orgullo de que en la vida existió un Ernesto Sabato, con una pluma insuperable al igual que su mentalidad, y un luchador de sus ideas inagotable.
Hasta pronto Maestro. Buen viaje.

Mal, escrito por Bet

viernes, 25 de marzo de 2011

Capítulo II: "14 de Agosto"

El 14 de agosto Clara se despertó como siempre a las 6.30 de la mañana, tomo su desayuno habitual que constaba de un café apenas cortado con leche descremada y una tostada con dulce de frambuesa traído de su último viaje a Villa La Angostura. Luego tomo un baño reconfortante y se preparó para salir a la calle donde la esperaba el tenebroso frío que acechaba por esos días, típico de un invierno crudo y gris de Buenos Aires.

Llego a su auto y se propuso encender la radio. Quién sabe por que no lo había realizado antes, cosas del destino, dicen. Escucho con esmero las noticias que daba la maldita radio Mitre hasta que estaba al punto de cansarse y de decidir de cambiar a otra cosa pero Magdalena avisó que se había hallado un cuerpo en un descampado sin vida que no se podía reconocer aún a quién pertenecía sobre la localidad de Cañuelas.

La noticia le impacto. Un golpe de frío le entro en su lánguido cuerpo. Por un momento pensó en lo terrible que sería para “esa” familia saber que un pariente suyo lo habían asesinado tan cruelmente. Más tarde todo desapareció, como lo hicieron sus pensamientos. Tenía demasiado trabajo en la oficina como para pensar en algo a lo que-hasta ese momento- era ajeno.

La oficina se aproxima, estacionó su auto recordando los primeros inviernos con su mamá, entre la nieve de Villa, el campo de papá, y la risa del abuelo Alfredo. Por un instante sintió que volvía a tener ocho años. Solo fue un breve destello que asomo sin permiso…

-Buenas. ¡Que frío! ¿Cómo anda Amanda? ¿Novedades?

-Nada, Clara. Sobre la mesa le deje las cosas del caso Capionni. Parece bastante complicado…en realidad eso dijo su hermana.

- Por cierto ¿llamó? No he podido comunicarme con ella.

-Si, estaba en viaje.

-Prendí la radio, Magdalena estaba contando que un tipo apareció muerto en un campo acá cerca de Cañuelas ¡Que crueldad!

- Si algo escuche. ¡Una barbaridad!

La radio suena de fondo en conjunto con la llegada de Victoria.

-¿Cómo andas hermanita? No vale que me digas con frío. Viniste con el auto, raro en vos que sos fanática del subte o taxi…

-Es que tenía ganas de manejar hoy. ¿Encontraste alguna novedad en el caso de Capionni? Ya me llamo la hija, sabes como esta, la pobre....

- No nada che, no encuentro salida con ese caso. Me imagino lo de la chica ¡que doloroso debe ser saber que tu padre esta muerto y que no se pueden encontrar a los malditos criminales!

-Doctoras…

-Si, Amanda ¿Qué pasa?

-Esta el doctor Manuel Carreras en línea. Quiere hablar con usted Clara.

-Pásamelo que lo atiendo.

-¡Hola Manuel! ¿Posees algo novedoso para contar?

-(Con esa firmeza de voz que intentaba imponer sin lograrlo) Siempre tan directa vos….

-Dale, no estoy para tus juegos estúpidos por teléfono. Contame, ¿vos tampoco sabes nada nuevo del caso Capionni?

-No, no tengo novedades al respecto.

Capionni era un caso que llevaban los tres por el grado de importancia. Manuel no trabajaba con ellas, era el abogado de la familia en algunas situaciones.

Capionni era un importante empresario metido en temas algo complicados, en relación con la política y el campo. No era un tipo limpio del todo, “usaba” a muchas personas para su propio beneficio. Al principio lo empezaron a investigar por la cantidad de gente en negro que poseía trabajando para él. Eso es muy común en éste ambiente. Luego, por intentar matar a los que lo investigaban; apareció descuartizado en su propio campo.Todavía no había resultado de su muerte.

No se por que tomamos este caso. Con lo complicado que era, es. Todo es turbio.

Tal vez, por que Emma-su hija- es una gran amiga y su padre intentaba serlo con el mío. Nunca dude o llegue a pensar en que si mi progenitor estaba metido en los negocios turbio de Capionni. Me resultaba imposible desconfiar.

La mente de Clara se desprende en Capionni y vuelve por unos instantes al tipo que apareció en un campo de Cañuelas, ese NN que nadie sabía identificar con claridad.

Enciende nuevamente la radio, todavía seguía Magdalena, hasta que la debe bajar por que un llamado en su celular hace desaparecer la tranquilidad que habitaba en su oficina.

- Hola, ¿Claria….?

-¿Alfonso? ¿Pasó algo?

-Esteee…

-Dale larga ¿Qué sucede?

-Sucede que no encuentro a tu viejo, tenía que estar acá temprano para encontrarme con él y no se que paso no esta en el campo ni en ningún lugar.

-¿Cómo que no aparece?

-Me fui a ver si las chicas sabían algo, pero tampoco tenían novedades…

-¿De que chicas me hablas?

-De nada, Clarita, de nada. Me huele feo esto…

-¿Por qué te huele feo? ¿Vos sabes algo que yo no se?

-No, no se mucho. Pero no me gusta para nada.

Amanda interrumpe el diálogo de Clara con Alfonso desesperadamente.

-Doctora la espera un llamado ¿Se lo paso?

-Alfonso te tengo que dejar. Más tarde hablamos.

- Hola me presento: le esta hablando el comisario Frunch, es por un tema serio que la involucra.

-¿Qué sucede?

-Hallamos a al Ingeniero Garrido asesinado en un campo de Cañuelas.

- ¿Qué dice? ¿Es verdad?

-Nunca mentiría con una cosa así señorita….

El teléfono se desvanece como su cuerpo. Su alma se va esfumando y ante todo eso la voz de Magdalena en la radio “Se confirmo que el cuerpo hallado en el campo era del Ingeniero Agrónomo Garrido. Daremos más detalles a la brevedad”

Y ahora. ¿Cómo se vive después de esto?¿hay vida? Clara todavía no tenía las respuesta de estas preguntas…

domingo, 27 de febrero de 2011

Capítulo I : "El misterio"


Esta sentada en su escritorio de todos los días mirando aquella foto, recordando el momento preciso de cuando fue tomada. Si, aquel invierno Europeo en donde todavía estaban Liliana y Alberto. Esas caras de felicidad ahondan aún más este momento.

La tristeza que atraviesa no la deja escapar y teme que nunca pueda salir de este infierno al que esta sometida. Piensa que no tendrá escapatoria, quién sabe… solo Dios tiene la respuesta ¿no? Deja de mirar por unos segundos la fotografía. Suena el teléfono.

-Hola-con vos de llanto prolongado- ya se que es una pregunta inútil pero me gustaría saber como estas. Yo no se en que estado estoy, o si, creo que todavía no capte la realidad. Tal vez no la quiera captar como le dije hoy a Gabriel.

-Yo ando suelta, mirando sin parar la foto de Europa. Mamá estaba tan contenta (hace un silencio muy prolongado).

-Todos estábamos contentos.

-Realiza un suspiro que parece eterno, un llanto que quiere asomarse y el teléfono con la voz de su hermana del otro lado. Lo se, bueno, Clarita me tengo que ir. Hablamos más tarde.

A Clara a veces le sorprende la frialdad de Victoria. No logra casi nunca decodificar sus estados de ánimos y ésta situación había sido uno de ellos.

Desde que Alberto apareció muerto todo era extraño y más en ella. Aunque pensándolo de mejor manera no a todos nos afecta de la misma forma.

Era un lunes lluvioso. Mañana gris por sobre Buenos Aires. Ella recoge sus cosas y va en busca del subte para llegar a la estación Bulnes. Siempre toma taxi pero hoy no sabe por que prefirió el metro. Llega, toca el timbre el timbre en el 3ºA como todos los lunes.

-Hola, pasa en un minuto estoy con vos

-Gracias, te espero.

- Bueno ahora si, contame, aunque ya se por donde viene la cosa. Leí La Nación y lógicamente me entere de todo. Él ve lo que tal vez muchos no puedan percibir su dolor en conjunto con la bronca y el desamparo por estar otra vez sola como fue cuando apenas tenía nueve años y su madre se había marchado.

- Si, diario de mierda, se creen que la muerte es como dar una noticia del tiempo. Igual era de esperar, nunca trataron de buena manera a mi papá y claro era uno de los rebeldes del campo.

- Él intuye que al no tener a nadie todavía para odiar precisamente, larga sus críticas al periódico, aunque también sabía que era certero lo que decía. Lo se Clara, suelen decir barbaridades, pero para mejor tuyo, debes no leerlas.

- ¿Y como hago? (con tono de fastidio) En todas partes esta “el atroz asesinato del hombre más prestigioso del campo”, y para mejor tengo una mina, que seguramente ni es abogada sino una simple periodista, analizando como fue la muerte de Garrido. No puedo estar aislada del mundo y más sabiendo que salgo de casa y tengo gente también, tontos periodista, que quieren tener la exclusiva con la hija del señor Alberto. ¿Podes creer que igual me llamaron del abominable diario?

- ¿Y que les contestaste?

-¿Antes de insultarlos o después?

-Conocía esas reacciones Clara siempre fue así de impulsiva y eso le gustaba. Ella no era una paciente más. Era LA paciente, y nunca supo definir bien el por que.

-No te preocupes no fue muy larga la conversación, les hable en malos términos, les dije que no me molestaran más y corte.

-Bien a tu manera….

- Me conoces Gabriel no vengo hace un mes acá…..Suena el teléfono y debe atenderlo. Se fija quién es y su cara se desfigura por completo. Le pide permiso para interrumpir algunos minutos de la sesión. Él acepta.

-Podes salir de aquí si es una charla privada.

-Esta bien, pero gracias, pero puedo hablar en este sitió no hay nada privado en esto. El llamado es atendido por Clara.

-Hola ¿alguna novedad? No me llames para tonterías que estoy bastante ocupada en este momento.

-Todavía no, necesito algunos papeles de tu papá que no tengo. ¿Puedo pasar por tu casa hoy a la noche?

-Si, a eso de las ocho.

Gabriel percibe que el llamado la inquieta aunque supone quién es, o esta casi seguro. La llamada termino.

-¿En que estábamos? Ah, era Manuel. Me esta ayudando con el tema de la muerte de papá. No digas nada de lo que pienses. Ya se que no es conveniente que mi ex este metido en este asunto. Pero bueno era el abogado de la familia, y conoce muchas cosas de mi progenitor.

-No pensaba decir nada tu cara lo dice todo.

-¿Qué dice?

- Que no confías en él como abogado, que lo tomaste para que te cuente los negocios que tenía tu papa que nunca vos supiste en forma clara y, por que sabes, que Manuel también estaba metida en la sucia política . ¿Me lo vas a negar?

- Odio cuando me decís la verdad. Es así, como abogado me pareció siempre un pánfilo. Todavía no entiendo como estaba trabajando con mi padre. Pero bueno, me conviene para este momento.

- Lo estas usando digamos….

-Suena fea esa palabra. Su ceño en la frente marca su enojo.

-Bueno, pongamos otra palabra. Aunque no se me ocurre en este preciso momento ninguna.

Gabriel capta el caparazón que Clara intento armarse: hacerse la fuerte tratando de llevar adelante un caso que no era uno más, sino nada más y nada menos que la muerte de Garrido. Aquel mismo que estuvo con ella cuando su madre falleció o que la llevaba al campo y la dejaba andar en su caballo preferido. El mismo que se reía junto a ella. Alberto era todo para Clara cuando Liliana partió. Lo que no sabía Gabriel era cuanto duraría en este caparazón.

Denota que aunque sea pronto debe terminar la sesión. Le propone que vuelva el jueves como lo solían hacer antes.

-Bueno terminamos por hoy. ¿Podes venir el jueves a las siete? Después vemos lo de los honorarios. Nunca supo por que con ella tenía ese trato. Tal vez los años de conocerla. Quién sabe….

-Me parece bien, vuelvo. Lo necesito y sabes que la plata no es mi problema.

Clara sale del consultorio un poco más relajada. Siente que se descargo allí con cosas que no puede decir delante de su hermana o de nadie, aunque la sesión esta vez duro poco y Gabriel no aporto demasiado, lo que dijo para ella era satisfactorio y mucho. Se quedo pensando en la palabra usar mientras tomaba el taxi para ir al estudio.

Cuando llega la espera la insípida de Amanda. Detesta a la empleada que ella misma contrato. Bueno, ella no, sino su hermana, Clara solo dijo que sí.

-Hola, le llego correspondencia para usted.

- A ver… si tonterías como siempre, para ¿y este sobre marrón sin remitente quién lo mando?

-No se. Estaba aquí cuando llegue tirado en la puerta del estudio.

Ella lo abre con desesperación. Intuía que allí no había cosas buenas para leer.

Y así era. Tenía unas pequeñas palabras escritas por no se quién a través de Word:

“quedate quitita donde estás sino la próxima te toca a vos”

viernes, 25 de febrero de 2011

Lo nuevo que pronto llegará: "Campo Sangriento"

Más luego comenzaré una historia de aproximadamente quince capítulos denominada: "Campo Sangriento". Es, digamos, una novela corta donde se mezclan el dolor, la crueldad, la frivolidad de la gente y la muerte.
Enredos entre una familia oscuramente poderosa que se encuentra relacinada con el campo y la política....

lunes, 7 de febrero de 2011

Vos y yo


¿Por qué te despido sino quiero hacerlo? ¿Por qué ponemos fin? Ya se, los dos dijimos que no era como antes, todo había cambiado. No existían culpables, y si fuese el caso de buscar a uno, seríamos los dos.
Hoy me levante en mi cama y esperaba encontrarte, mire a mi alrededor y aunque sabía que no estabas te busque para ver donde estabas escondida.
Hable con Marcos (el vino por que me escucho mal la voz en el teléfono) ¿y sabes que le confesé? “Ésta fue la única vez y última seguro que me enamore, nadie podrá superarla a ella, por más que lo intenten, y aunque me traigan a la más guapa de todas las mujeres de aquí, para mi siempre existirá una: ella, vos.”
Nos prometimos ser fuertes y aguantar nuestras ganas “por el bien de los dos”, es por eso que hoy llegue más temprano al trabajo y me dispuse a realizar cosas, así despejaba la mente, pero todo se derrumbo cuando te vi. Era como la primera vez, vos caminando como una gacela, yo quedando tonto ante semejante belleza, recordé nuestro diálogo de aquella primera vez y casi por poco me largo a llorar, pero me contuve para poder hablar con vos ahora.
Yo- Ho-hola. ¿Cómo estas?
Vos- Supongo que bien, no lo se, creo que mi cara necesita más maquillaje del que me puse. Se debe notar demasiado que estuvieron con lágrimas mis ojos.
Yo- Igual estas hermosa como siempre, los míos deben estar igual. Bueno, dejemos de hablarnos, por que me resulta difícil mirarte a los ojos.
Vos- Si, es lo mejor. Yo tampoco puedo.
Te despedí aunque tenía ganas de decirte lo de siempre ¿comemos juntos al mediodía? , pero sabía que no podía, que eso no ocurriría jamás.
Me senté en el escritorio, se me ocurrió agarrar el celular para llamar al señor del sistema de las computadoras pero no se que apreté que llegue a las fotos. Mi alma se volvió a destrozar, la imagen era en mi casa, relajados sentados en el sillón pensando si nuestros hijos tendrían pelo lacio o con rulos, en ese momento creíamos que el primero se llamaría Luca, que ironía….
Lo mejor sería que deje de pensar, que descanse mi mente por un tiempo. Termine lo que debía hacer, no era demasiado, pero para mi resultaba difícil y salí corriendo como un loco de aquí para allá.
Puse un pie en el departamento e intente hacer algo, aunque siempre esperaba que sonara el teléfono, y así fue, eras vos.
Hola Joaquín, perdóname que te llame, pero quería pedirte un favor.
Hola, si ¿Cuál? Mientras escuchaba del otro lado la voz quebrada por el llanto.
¿Me podes dar aunque sea el último abrazo?
Ya voy para tu casa.
Tome el auto, huí despavorido, llegue al tercer piso, espere que me abras la puerta y te abrace en un abrazo interminable, dijimos los dos al unísono ¿Por qué nos separamos? Hasta que al mismo tiempo nos contestamos: por que no funcionábamos.
Yo dije que lo mejor era la retirada. Y me fui. Volví a tomar el ascensor, hasta que llegue abajo y estaba el encargado:
Encargado- Hola Joaquín, ¿ya te vas?, saludos, entonces. Nos vemos mañana seguro, como siempre.
Ahí fue cuando reaccione volví a tomar el ascensor retorne al piso tres, deje que me abras nuevamente la puerta y te dije: “Si es nena, quiero que se llame Paloma” como la canción de Andrés.
“Papaaaaaaaa, ¿Qué pasa Paloma? Luca no me deja jugar”, ya te dije que la dejes a tu hermana. Mamaaaaaa ¿me venís a defender?, ahí voy Luca”.
Mal escrito, por Bet

martes, 1 de febrero de 2011

El encanto del sur



Cuando uno se va del lugar al que pertenece, siempre siente cierta nostalgia por lo que se deja allí. Misma sensación que vibramos, diría yo, cuando nos toca regresar de ese idilio que suelen ser esos míseros días que se esperan con tanto estupor por meses.
Irse de vacaciones tiene ese no se que, difícil de poder explicarlo con palabras, quién sabe por que.
Nuestro amigo madrileño suelta en una canción una frase que quedó y aún queda en mi memoria: ¿nunca has pensando en huir al sur para empezar de nuevo?
Palabras que, hoy de vuelta en esta abominable ciudad y sucio trabajo, reflotan en mi mente sin cesar.
Algo tiene de encanto que hace que uno quiera quedarse allí, tal vez sea el paisaje, la belleza que se ve tras la ventana, la gente-difícil de encontrar por aquí- y de no sentirse un excluido, sino uno más.
Creo que logre olvidarme de que te trataran de mala manera al pedir un favor (lo recordé cuando fui a la casa de su vecino cercano que esta a una hora de distancia, que posee igual belleza deslumbrante, pero mezclada con ciertos toques de donde vivo actualmente).
Un lugar donde la lluvia no logra empañar el paisaje, como tampoco las bajas temperaturas aún estando en el caluroso verano para el resto del país. Eso de sentir que estamos en Julio o Agosto y que solo le falte la nieve no molesta en absoluto (tal vez por que me gusta tanto el calor como el invierno, bueno éste último un poco más).
Momentos y sensaciones que quedan para acompañarlos con un poco de chocolate acompañado con un buen café o disfrutar de una sabrosa mermelada, tal vez de rosa mosqueta, mientras volvemos a mirar las fotos y pensamos en que hacemos viviendo aquí.
Si tuviera que realizar un diario para contar lo que fue mi descanso no sabría donde empezar, si por el frío de los primeros días, la amabilidad de la gente que apenas nos conocían o ni eso, la buena onda de todos, las risas, la subida al cerro-a pesar de que creíamos que no podíamos hacerlo- las ricas comidas acompañadas con Postales del Fin del Mundo, y mucho más.
Supongo que me quedo corta, si, seguro que sí.
Este viaje comenzó en mitad del año pasado, con pasaporte y doce horas de avión para el frío del otro continente, luego cambio por más horas pero de micro (por perdernos el vuelo aéreo) a nuestro país. En su momento pensé en que no era lo que quería y tal vez no sabía como sería, hasta que llegue y de inmediato dije esa frase (que supongo canso bastante a mi amiga) acá me quiero venir a vivir, y no era chiste, no lo es (nunca me paso de sentir eso en un lugar nuevo que conozco) como mucho menos la tristeza por tener que irme, esa sensación fue rara.
Un viaje que dejo muchas preguntas que buscan respuesta (tal vez se resume en una) quién sabe.
Lo que seguro es que la pregunta de Ismael en aquella canción no resulta tan disparatada.
Mal escrito por Bet.
Foto: Cerro Bayo-Villa La Angostura.